Resulta entendible la preocupación que tienen algunas casas de Ifa-Ocha, de que sus proyecciones religiosas puedan estar amenazadas por la instauración de los Consejo de Mayores de Ifa y de Menores porque éstos conformen reglamentos y normas que puedan afectarlos al establecer limitaciones o condiciones a sus actividades y prácticas religiosas; por consecuencia, tales situaciones nos obliga a explicar otra vez más, cuales y en que consisten nuestros fines y objetivos, para de esta manera eliminar cuanta sospecha, cualquier errónea interpretación que pueda existir, por ser temores y dudas infundadas, urge entender que nuestras intenciones o fines están ceñidas a impedir que continúe produciéndose la entrada de elementos antirreligiosos, de personas que no sean capaces de mantener conductas que no cumplan con los preceptos éticos morales que practicamos en nuestra comunidad religiosa.

No se pretende que el Consejo de Mayores de Ifa se convierta en un Tribunal de Inquisición, de jueces y verdugos; ésa no es la idea, sería una aberración estúpida que sería rechazada por todo el conglomerado religioso; NO, no vamos a crear algún tipo de control ni a imponer criterios; necesitamos la intervención y participación de todos, la intención es partir de lo que actualmente existe, es decir lo que está hecho, hecho está, el asunto es que a partir de ahora, el objetivo sea impedir la entrada a nuestro mundo religioso de personas que no reúnan las condiciones necesarias para ser Sacerdotes de Ifa y de Ocha, ya que éstos negativos personajes con sus procedimientos y actitudes anti religiosas a más de pisotear nuestra religión enlodan nuestra moral al punto de poder llegar a ser nosotros considerados como la misma escoria social que éstos personajes representan. Somos nosotros unidos, los que agrupados formalmente podremos ponerle coto a tales actitudes y prácticas negativas gozando con el respaldo jurídico del Consejo de Mayores de Ifa y Menores.

Separados en pequeños grupos, en asociaciones diversas carecemos de la imbatible fuerza que se logra en unidad, porque ésta nos permite gozar de un apoyo y protección por y para todo nuestro conglomerado religioso.

En los Consejos se intercambiarían prácticas y conocimientos, se efectuaran debates y aclaraciones, se darán orientaciones y consejos en cuanto a ejecuciones religiosas y de otra cualquier otra índole sea solicitada, así cómo conferencias, reuniones y asambleas. Con la participación en los Consejos obtendremos la ayuda para que individualmente podamos en el seno de cada familia o casa conducir a ahijados y aleyos por los caminos de la seriedad, responsabilidad, humildad, honestidad, y demás preceptos que nuestro sacerdocio nos impone.