En el dictámen o decisión a asumir por un santero, un babalawo, un palero, un profesional de la Medicina etc. frente a una "consulta de alguien que lo visita por presentar anormalidades por reacciones de malestares corporales negativos está en determinar en primer lugar definir si el mal ha sido impuesto por factores externos al individuo o si resulta ser la reacción anormal de su organismo. Ya definido el origen del mal, se está en condiciones de poder escoger que hacer para tratar de darle solución a la enfermedad que en cuestión se haya presentado.

Si ésta resulta impuesta por factores exter nos, la solución recae en manos de algún religioso o de un profesional de la Medicina Preventiva.

En estos casos resulta generalmente muy eficaz que aplicando conocimientos y experiencias religiosas se logre la solución del mal presentado, como pudieran ser fuertes estados depresivos sin justificación alguna, molestias y sueños perturbadores. Súbitos desfallecimientos nunca antes presentados, intranquilidad y deseos obsecadores, padecimientos repentinos de sensaciones de enfermedades, manifestación de ciertos estados demenciales momentáneos etc.

De corresponder a que el mal o enfermedad obedezca a un comportamiento anormal de los órganos, aparatos o sistemas del cuerpo humano, éstos caen en el campo de la atención médica y será el médico quién determine los pasos a seguir.

Resulta muy importante tener bien claro el origen de la afección que sea para que el religioso no caiga en falsas expectativas no acorde con las realidades del momento en si y pueda ser considerado como un farsante religioso o que pueda hacer creer equívocamente que la religión que profesa es una mentira.

En cuanto a las afectaciones autocreadas no podemos olvidar de casos que son científicamente reconocidas las existencias de enfermedades creadas por la propia mente del individuo, que recaen en una asistencia medica determinada en ciertos casos o en profundas y exhaustivas investigaciones religiosas que deben ser efectuadas muy cuidadosamente.

Se hace muy importante tener bien claro éstas cuestiones por los religiosos para que no se establezcan opiniones y conceptos que nos quieran situar como Dioses cuando lo que realmente somos seres humanos dotados de ciertos poderes y conocimientos que en limitadas ocasiones podemos hacerle llegar a la Humanidad mejores condiciones dde vida.

Me he encontrado con casos enviados a mi por médicos que han entendido que no está la solución del malestar de un paciente en sus manos y si entre los elementos componentes religiosos, hallando respuestas satisfactoria a sus males; así cómo también he entendido que personas que confiando en mis determinados conocimientos y prácticas religiosas han acudido en busca de mi ayuda y que al comprender que no poseia los requerimientos para lograr su sanación los he remitido a quién si tenía las condiciones necesarias para atender su enfermedad

Con todo ésto pretendo hacer comprender que nuestra responsabilidad y compromiso por hacerle llegar al necesitado nuestras más humanitarias ayudas son muy altas y por lo tanto no debemos de empeñarnos en acciones que no estén dentro de nuestras reales alcances ni posibilidades.